El impacto del temporal ha dejado al menos un fallecido en la región, provocando un caos significativo en el transporte y la educación en ambos países afectados. Las intensas lluvias y fuertes vientos han obligado a las autoridades a cancelar numerosos vuelos, lo que ha causado frustración entre los pasajeros y prolongadas demoras en diferentes aeropuertos. Mientras las condiciones climáticas continúan siendo adversas, las autoridades han emitido recomendaciones para restringir los desplazamientos no esenciales, buscando minimizar riesgos adicionales. La infraestructura se ha visto comprometida, con reportes de daños en caminos y viviendas, lo que aumenta la preocupación por una recuperación prolongada.
Además del impacto en el transporte aéreo, más de un centenar de escuelas han decidido suspender clases temporalmente como medida preventiva. Las instituciones educativas permanecerán cerradas hasta nuevo aviso, ante la imposibilidad de garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal docente. Los servicios de emergencia continúan trabajando sin descanso para atender emergencias y asegurar que los servicios básicos se mantengan operativos. La población ha sido instada a mantenerse informada a través de fuentes oficiales y a tomar precauciones frente a posibles desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra en áreas vulnerables.
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