En la élite empresarial catalana, un exclusivo grupo de veteranos que autodenominan VESP (Veterans Empresaris Sobradament Preparats) ha sufrido recientemente la pérdida significativa de dos de sus miembros. Joan Uriach, a los 95 años, y el más joven del grupo, Isak Andic, a los 71 años, fallecieron en circunstancias distintas. Uriach, presidente de honor de la histórica farmacéutica que lleva su nombre, dejó un legado consolidado mediante un cambio generacional ya establecido; mientras que la repentina muerte de Andic, fundador y presidente no ejecutivo de Mango, ha dejado a la compañía en un estado de conmoción. Ambos empresarios dejaron sus negocios en manos de profesionales, y ahora las firmas enfrentan el desafío de continuar con sus legados estratégicos sin su presencia orientadora.
En el caso de Mango, la responsabilidad recae sobre el consejero delegado Toni Ruiz, a quien se le han otorgado funciones adicionales de presidente de manera interina. Tras la muerte de Andic, la compañía emitió un comunicado para asegurar que se seguirán los planes estratégicamente profesionalizados que habían construido conjuntamente durante la última década. Ruiz, quien se ha destacado por su liderazgo sereno y efectivo, ha sido clave en la recuperación financiera de Mango, ayudando a superar los 3.100 millones de euros en facturación. Con una previsión de expansión y una meta ambiciosa de ventas para 2026, Ruiz guiará la firma en una transición crucial, enfrentando el reto de mantener la continuidad del negocio y honrar la visión de su fundador, mientras se navegan cambios significativos en su estructura de gobierno corporativo.
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