El panorama de las relaciones de pareja está experimentando una transformación significativa, con una diversidad cada vez mayor en las formas en que las personas eligen relacionarse. En este contexto, el «toliamor» ha emergido como una nueva tendencia. Este fenómeno, que implica una forma de amor libre y fluido, ha captado la atención de muchos por su naturaleza inclusiva y su desafío a las normas tradicionales. Aunque cada vez gana más adeptos, el toliamor también es objeto de debate y controversia, pues cuestiona las nociones convencionales de fidelidad y exclusividad en el ámbito amoroso.
El crecimiento del toliamor se enmarca en un entorno social que valora la autenticidad y la personalización de las relaciones afectivas. Sus defensores argumentan que permite a las personas cultivar conexiones significativas múltiples, sin las restricciones del modelo monógamo tradicional. Sin embargo, sus detractores señalan posibles complicaciones emocionales y el riesgo de malentendidos al no estar todas las partes involucradas en la misma página. A medida que este fenómeno continúa expandiéndose, plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones amorosas y la dirección en la que se dirige nuestra comprensión del amor y la pareja en el mundo moderno.
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