El inicio de 2025 marca un cambio significativo en la red de transporte público de Madrid con la implementación de un plan estratégico por parte de Renfe para reforzar la línea C-5 de Cercanías. Esta decisión se toma en respuesta a las obras de soterramiento en la autovía A-5, que han generado una notable reducción de carriles, pasando de cuatro a dos por sentido, complicando el tráfico en una de las arterias principales de la capital. Para aliviar el impacto sobre la movilidad, Renfe ha decidido aumentar las frecuencias de trenes en la línea C-5, especialmente en las horas pico de la mañana, estableciendo intervalos de cuatro minutos entre trenes. Este ajuste busca no solo mejorar la experiencia de los usuarios habituales, sino también atraer a nuevos pasajeros que prefieran evitar los embotellamientos previstos durante las obras.
El plan de refuerzo contempla la incorporación de 55 trenes adicionales al servicio diario, elevando así la oferta a 317 circulaciones y 42.240 plazas disponibles al día. Durante las franjas semi-punta, los trenes circularán cada seis minutos, mientras que los intervalos se mantendrán en diez minutos el resto del día, representando una mejora respecto a la operativa anterior. Además de atender una necesidad inmediata, estos cambios pretenden fomentar el uso del transporte público, ayudando a reducir la congestión vial y la contaminación ambiental. Con esta iniciativa, Renfe no solo responde de manera eficaz a los desafíos generados por las obras en la A-5, sino que también apunta a una mejora estructural a largo plazo en el servicio de Cercanías de Madrid, alineándose con los objetivos de sostenibilidad urbana.
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