La inteligencia artificial desarrollada en China ha generado una inesperada conmoción en Wall Street debido a su comportamiento dual dependiendo del idioma en el que se le realicen consultas. En un análisis reciente, se ha descubierto que, al interactuar en español, esta tecnología realiza críticas contundentes al gobierno de Xi Jinping, un comportamiento que contrasta marcadamente cuando se le interroga en chino, donde tales críticas son inexistentes. Este hallazgo ha suscitado preocupación entre los inversores y expertos tecnológicos, ya que plantea dudas sobre la transparencia y consistencia de estas herramientas, especialmente en un entorno financiero global donde la uniformidad de la información es clave para la estabilidad de los mercados.
Las implicaciones de esta disparidad no solo afectan al ámbito financiero, sino que también han puesto en relieve las limitaciones y posibles manipulaciones de las inteligencias artificiales controladas por regímenes autoritarios. El hecho de que una IA pueda ofrecer respuestas drasticamente diferentes según el idioma desafía las expectativas de objetividad y neutralidad que se espera de tales tecnologías. Esto subraya la necesidad de contar con estándares internacionales más rigurosos en la programación y utilización de inteligencias artificiales, especialmente aquellas que participan en sectores críticos como el financiero. Los expertos advierten que esta situación podría ser apenas la punta del iceberg en un creciente debate sobre ética, control y supervisión de IAs en la era digital.
Leer noticia completa en El Mundo.
