Las manifestaciones en contra del fondo estadounidense que participa en la organización de festivales de música en España continúan ganando fuerza. Durante las últimas semanas, varios colectivos han expresado su descontento mediante manifestaciones en diversas ciudades del país, denunciando la creciente influencia de este fondo en la industria musical española. Los manifestantes argumentan que la presencia de inversores extranjeros pone en riesgo la autenticidad y diversidad de los festivales, convirtiéndolos en eventos menos accesibles para el público local y más orientados al lucro.
En las protestas, que han reunido a centenares de personas, se ha destacado la preocupación por la pérdida de control local sobre la gestión de los festivales y se ha advertido sobre las consecuencias a largo plazo de esta tendencia. Los organizadores locales han participado activamente, exigiendo una mayor transparencia en los acuerdos financieros y reclamando políticas que prioricen el apoyo a artistas nacionales. El debate ha alcanzado también las redes sociales, donde el hashtag contra el fondo ha ganado popularidad, reflejando una creciente frustración entre la comunidad musical y el público general.
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