El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado la implementación de una nueva medida para reducir la contaminación en la capital: la ampliación de las áreas de bajas emisiones. Esta iniciativa, que forma parte del Plan Madrid 360, busca restringir el acceso de vehículos más contaminantes en amplias zonas del centro de la ciudad. Según las autoridades, esta acción es crucial para mejorar la calidad del aire y cumplir con las normativas europeas en materia ambiental, que Madrid ha incumplido repetidamente en años anteriores, lo que conllevó sanciones económicas.
Además, se ha puesto énfasis en fomentar el uso del transporte público y alternativo, como bicicletas y otros medios sostenibles. Para ello, se ha aprobado un incremento en la infraestructura ciclista y nuevas inversiones en la flota de autobuses eléctricos. La medida ha suscitado diversas reacciones entre la ciudadanía y los agentes económicos del distrito, algunos de los cuales expresan preocupación por el posible impacto en el comercio local. No obstante, el consistorio defiende la medida como un paso necesario hacia un entorno más saludable y sostenible para todos los madrileños.
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