En un ambicioso movimiento hacia la soberanía digital, la compañía danesa Thylander ha anunciado la construcción de un monumental centro de datos en Esbjerg, Dinamarca. La instalación, proyectada para inaugurarse en 2026, se destacará por ser el primer centro de datos de tipo hyperscale completamente danés. Con una capacidad inicial de más de 100 megavatios y una expansión planificada hasta los 200 MW, este centro se erige como una de las mayores infraestructuras digitales del país.
El director general de Thylander, Bjarke Mikkelsen, subrayó la importancia de este proyecto en el contexto geopolítico actual, donde las tensiones internacionales han avivado el debate en Europa sobre la necesidad de infraestructuras críticas controladas localmente. Mikkelsen afirmó que esta iniciativa responde claramente a la demanda de soberanía de datos, resaltando el cometido de Dinamarca de liderar con altos estándares en energía verde y desarrollo tecnológico.
Esbjerg ha sido seleccionada estratégicamente como ubicación, aprovechando su puerto protegido por la OTAN y acceso a energía renovable del Mar del Norte. Este entorno no solo favorece la conectividad, sino que asegura estabilidad y resiliencia frente a posibles riesgos geopolíticos. Además, el uso de la infraestructura de refrigeración por agua marina subraya el compromiso del proyecto con la sostenibilidad.
La colaboración nacional es clave para el éxito de este proyecto. Thylander se ha asociado con Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y otros actores locales para integrar soluciones innovadoras y aprovechar el calor residual del centro para la calefacción urbana. Jesper Frost Rasmussen, alcalde de Esbjerg, ha respaldado firmemente el proyecto, considerando que afianza años de estrategia regional para convertir la ciudad en un epicentro digital nacional.
La inversión no solo promete introducir tecnología punta, sino también fomentar la creación de empleo y el desarrollo industrial en la región. En palabras de Mikkelsen, Dinamarca aspira no solo a participar sino a desempeñar un papel líder en la revolución digital global, con una infraestructura que combine eficiencia energética y seguridad, reforzando el perfil del país en inteligencia artificial y computación cuántica.
Esta iniciativa posiciona a Dinamarca como un referente en soberanía tecnológica y resiliencia digital, reafirmando su papel en el ámbito internacional de centros de datos y destacando su compromiso hacia un futuro sostenible y autónomo en términos de infraestructura crítica digital.
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