El expresidente Donald Trump ha declarado el estado de emergencia en varias regiones afectadas por las severas inundaciones que han devastado comunidades en el sur del país. Las lluvias torrenciales, que comenzaron hace una semana, han provocado el desbordamiento de ríos y la destrucción de infraestructuras esenciales, dejando a miles de personas sin hogar y numerosas áreas sin acceso a servicios básicos. Las autoridades están trabajando contrarreloj para ofrecer refugio y suministros a los afectados, mientras que los equipos de rescate continúan evacuando a residentes atrapados.
El gobierno federal ha movilizado recursos y personal de emergencia para apoyar las labores de rescate y recuperación, coordinando esfuerzos con agencias locales y estatales. La declaración de emergencia permitirá desbloquear fondos adicionales para asistencia en desastres, esenciales para restaurar la normalidad en las áreas más afectadas. Mientras tanto, los meteorólogos advierten sobre posibles lluvias adicionales, lo que exacerbaría la ya crítica situación. Los funcionarios instan a la población a seguir las instrucciones de seguridad y estar preparados para posibles evacuaciones.
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