El Museo del Louvre ha decidido trasladar algunas de sus joyas más valiosas al Banco de Francia tras el robo ocurrido el pasado 19 de octubre, que dejó al descubierto problemas de seguridad en el histórico museo de París. El traslado, realizado bajo estricta custodia policial, llevó las joyas a las bóvedas del Banco de Francia, ubicado a solo 500 metros de distancia. La proximidad y la alta seguridad del banco fueron factores clave en esta decisión. El audaz robo en la Galería de Apolo fue ejecutado por cuatro individuos disfrazados de trabajadores de construcción, quienes sustrajeron ocho piezas de gran valor, incluyendo tiaras y un collar histórico.
El incidente ha conmocionado a Francia, despertando críticas sobre la seguridad en el museo. El presidente Emmanuel Macron y la ministra de Cultura Rachida Dati han condenado el robo, calificándolo como un ataque al patrimonio nacional. Más de 100 investigadores están trabajando para esclarecer el caso, mientras que el museo permaneció cerrado durante tres días. Aunque ha reabierto sus puertas, la Galería de Apolo sigue clausurada. Este robo ha intensificado el debate sobre la necesidad de reforzar la seguridad en los museos para proteger el valioso patrimonio cultural del país.
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