Tesla ha fijado el 12 de junio como la fecha tentativa para el lanzamiento de su servicio de robotaxi en Austin, Texas, una jugada clave en su transición hacia una estrategia centrada en los vehículos autónomos y la inteligencia artificial. Esta decisión surge tras el anuncio previo de Elon Musk, quien mencionó una fecha anterior para el inicio del servicio. Con un valor de más de 1,12 billones de dólares en bolsa, la compañía ha intensificado sus esfuerzos para establecerse en este creciente mercado, que McKinsey estima que podría generar entre 300.000 y 400.000 millones de dólares en la próxima década.
Para preparar el lanzamiento, Tesla ha realizado recientemente pruebas de su SUV Model Y, operando de forma autónoma en las calles de Austin. Aunque el servicio comenzará con una flota inicial de diez vehículos, se prevé que ese número crezca a un centenar en los próximos meses. Texas, que presenta normativas relativamente flexibles en relación a la conducción autónoma, ha permitido que el proyecto avance rápidamente, aunque Tesla aún no está registrada para ofrecer servicios de viajes compartidos en el estado. La colaboración con las autoridades locales, que no regulan específicamente los vehículos autónomos, y la competencia de otros actores en el mismo ámbito, como Waymo, subrayan la creciente importancia de Austin como un núcleo para el sector de robotaxis.
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