Tesla ha anunciado oficialmente el cierre del proyecto Dojo, un esfuerzo ambicioso que buscaba posicionar a la empresa como líder en supercomputación aplicada a la inteligencia artificial. Este movimiento señala un cambio estratégico significativo, llevando a Tesla a depender de empresas externas para el desarrollo tecnológico, un giro con repercusiones globales en la industria.
Iniciado en 2021, Dojo tenía el prometedor objetivo de establecer a Tesla no solo como un referente en vehículos eléctricos, sino también en el ámbito de la IA, a través de la creación de sus propios chips y superordenadores. Estos sistemas estaban destinados a potenciar el sistema Full Self-Driving (FSD) y futuros proyectos como los robots humanoides Optimus.
Sin embargo, la marcha reciente de Peter Bannon, líder del proyecto Dojo, junto a la deserción de unos 20 ingenieros que se trasladaron a la nueva empresa DensityAI, ha dejado al equipo profundamente afectado. En respuesta, Elon Musk ha decidido priorizar las alianzas estratégicas con NVIDIA, AMD y Samsung, optando por una dirección más pragmática y sostenible.
La nueva estrategia implicará que Tesla dependa de NVIDIA para la potencia de cálculo de IA y de AMD como soporte adicional. Samsung, por su parte, fabricará los chips AI4 y AI6 bajo un acuerdo de 16,500 millones de dólares que asegura el suministro hasta 2033.
Aunque el diseño de chips propios no cesará por completo, su fabricación será externalizada. Tesla continuará produciendo chips personalizados pero buscará su integración en plataformas más convencionales, lo que podría acelerar su desarrollo y escalabilidad.
Además, el contrato con Samsung para los chips AI6, que originalmente serían parte del sistema Dojo, ahora podría encontrar su aplicación en otras áreas como la conducción autónoma o la visión computacional. Esto coincide con los planes de xAI, la otra empresa de Musk, que está construyendo centros de datos para entrenar grandes modelos de lenguaje.
El cierre de Dojo supone también una reorientación hacia la eficiencia financiera y operativa. Musk había reconocido la incertidumbre del proyecto desde su inicio, y en un entorno dominado por gigantes como NVIDIA, la opción de colaborar con jugadores consolidados ha prevalecido.
Con esta reestructuración, Tesla busca asegurar su posición en el campo de la inteligencia artificial, manteniendo la capacidad de innovación mientras cede el desarrollo de hardware a especialistas del sector. Así, aunque la etapa de Dojo termina, la ambición de Tesla en IA continúa adaptándose a nuevas realidades, combinando pragmatismo y visión de futuro en su batalla tecnológica.
Más información y referencias en Noticias Cloud.