El reciente ataque de Israel contra objetivos en Irán ha tenido un impacto significativo en los mercados globales, aumentando las tensiones en Oriente Próximo y provocando una escalada en los precios del petróleo. El crudo West Texas Intermediate y el Brent registraron incrementos de hasta un 15% y 13% respectivamente, alcanzando valores que no se veían desde hace un año. Esta subida elimina las pérdidas acumuladas anteriormente debido a desaceleraciones económicas y decisiones de la OPEP de acelerar la producción. Además, el oro, considerado un refugio en tiempos de incertidumbre, alcanzó máximos históricos, reflejando el nerviosismo de los inversores ante el actual clima geopolítico.
Las bolsas internacionales reaccionaron negativamente al ataque, con descensos significativos en los índices S&P 500, Nasdaq y Euro Stoxx 500. El mercado asiático también registró pérdidas. En el ámbito de divisas, el dólar perdió atractivo debido a la incertidumbre económica, mientras que monedas como el franco suizo y el yen japonés se fortalecieron. La reacción de los mercados dependerá de la respuesta de Irán y de la capacidad de las partes para gestionar la escalada. Washington se ha distanciado del ataque, advirtiendo a Irán de no tomar represalias contra objetivos estadounidenses, mientras que las negociaciones sobre el programa nuclear iraní están en riesgo tras estas tensiones.
Leer noticia completa en El Pais.