La tensión persiste en Torre Pacheco, Murcia, tras una nueva noche de violencia en el barrio de San Antonio, donde ultras atacaron un local de kebab. A pesar del despliegue policial, los grupos lograron evadir el cinturón de seguridad establecido por las autoridades, ingresando armados y causando destrozos. En respuesta, vecinos marroquíes del área se enfrentaron a la policía, lo que resultó en la detención de cuatro jóvenes. La presencia policial incluyó más de medio centenar de agentes y alrededor de una docena de vehículos que intentaron prevenir nuevos incidentes. El miedo sigue presente entre los residentes, que temen ser atacados mientras retornan a sus hogares.
Este ambiente de inseguridad se ve alimentado por incitaciones en redes sociales y canales de Telegram, donde se planean nuevas agresiones. Ante esto, las fuerzas del orden han hecho un llamado a la calma, insistiendo en la consulta de fuentes oficiales para evitar la proliferación de desinformación. Los disturbios del sábado ya habían dejado un saldo de cinco heridos y un detenido, y las autoridades se mantienen vigilantes ante posibles represalias. La situación surge en un contexto de creciente hostilidad xenófoba, impulsada por grupos de ultraderecha que asocian la inmigración con la delincuencia. Se resiente un clima de tensión, mientras el gobierno busca afirmar control sobre la situación.
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