Un dramático episodio de tensión y violencia se vivió en el distrito de Puente de Vallecas, Madrid, cuando un hombre de origen magrebí se atrincheró armado con dos cuchillos en el tejado de un edificio, poniendo en riesgo no solo su vida sino la de otras personas. Todo comenzó cuando el agresor visitó la vivienda de su hermano con la intención de que este le acompañara a salir de fiesta. Ante la negativa y al encontrar a su hermano acompañado por una mujer, el hombre comenzó a afilar cuchillos y procedió a atacarlos. Los dos lograron encerrarse en una habitación, y fue la mujer quien realizó una desesperada llamada a la Policía Nacional.
La situación escaló rápidamente, y a la llegada de las fuerzas de policía, el agresor empezó a lanzar objetos desde lo alto de la cornisa del tercer piso, mientras se autoinfligía puñaladas en el pecho y cuello. El despliegue de agentes de los patrullas y las Unidades de Intervención Policial (UIP) fue esencial para intentar desactivar la peligrosa situación, utilizando descargas eléctricas de los dispositivos Táser y espray de pimienta. Sin embargo, el hombre continuó resistiéndose, despojándose de los dardos eléctricos, y resistiendo los efectos del espray. Finalmente, tras una maniobra coordinada en el patio del edificio, donde lograron guiarse con linternas en medio de la oscuridad, los agentes lograron socorrer al agresor, quien fue trasladado en estado crítico al hospital. Los vecinos aplaudieron la actuación policial, que consiguió evitar una tragedia mayor sin el uso de armas de fuego.
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