En la madrugada del pasado lunes, agentes de la policía se vieron obligados a disparar contra el vehículo de un hombre que, bajo los efectos del alcohol y las drogas, protagonizó una peligrosa persecución en las calles de Valencia. El hombre condujo en sentido contrario durante varios kilómetros, poniendo en serio riesgo la seguridad de peatones y otros conductores, y estuvo a punto de atropellar a varias personas. La situación se tornó crítica cuando, tras ignorar repetidos intentos de detenerlo, el individuo no mostró señales de detenerse voluntariamente.
Finalmente, en un acto desesperado por frenar la peligrosa huida, los agentes dispararon contra el coche del hombre, logrando detener su marcha y proceder a su detención. El conductor fue trasladado de inmediato a una comisaría, donde se le realizaron las pruebas pertinentes que confirmaron su estado de embriaguez y drogadicción. La intervención policial evitó una posible tragedia y puso fin a un episodio que mantuvo en vilo a los ciudadanos y a las fuerzas de seguridad durante la madrugada.
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