Este fin de semana, la misma calle fue escenario de tres robos en dos noches consecutivas, generando preocupación entre los vecinos y poniendo en evidencia la falta de personal policial. Los delincuentes atacaron comercios y viviendas, llevándose dinero y objetos de valor. Los residentes, alarmados por la creciente inseguridad, han demandado una respuesta más efectiva por parte de las autoridades locales, quienes reconocen que la zona está en foco de los delincuentes debido a los limitados recursos para prevenir estos delitos.
El jefe de la policía local declaró que actualmente cuentan con 35 efectivos, pero consideró insuficiente este número para garantizar la seguridad en la comunidad, señalando que lo ideal serían al menos 55 agentes. Esta situación ha encendido el debate sobre la necesidad de incrementar la presencia policial y mejorar los protocolos de vigilancia. Mientras tanto, el temor y la incertidumbre persisten entre los habitantes, quienes piden urgentes medidas para proteger sus hogares y negocios.
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