En el pueblo murciano, la tensión ha escalado dramáticamente con barricadas ardiendo y enfrentamientos entre grupos de incontrolados y las fuerzas antidisturbios. Las confrontaciones surgieron tras las controversiales convocatorias de organizaciones como Deport Them Now y Desokupa, que incitaron a los habitantes a «cazar» a individuos de origen magrebí. La situación ha desbordado en caos, con la policía intentando contener los altercados mientras el temor se extiende entre los residentes. Los disturbios han dejado daños materiales significativos y la comunidad se encuentra dividida y en estado de alerta.
La actuación de estas organizaciones ha sido criticada por fomentar discursos de odio y xenofobia, generando un clima de inseguridad. Las autoridades locales y regionales han condenado los incidentes y han hecho un llamado a la calma, además de reforzar la presencia policial para intentar restaurar el orden. La situación ha captado la atención nacional, poniendo en relieve la creciente tensión social y el debate sobre la inmigración en España. El gobierno ha señalado que tomará medidas legales contra aquellos que inciten a la violencia y promoverá iniciativas para fomentar la convivencia pacífica entre diferentes comunidades.
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