El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha expresado su preocupación ante la reciente decisión del Parlamento israelí de prohibir las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Borrell advierte que el cierre de la UNRWA podría complicar aún más la búsqueda de una solución política al conflicto entre Israel y Palestina, al cambiar unilateralmente los parámetros de cualquier acuerdo futuro y socavar el derecho de los palestinos a la autodeterminación. La Knesset aprobó una ley que restringe la actividad de la agencia de la ONU, lo que podría desmantelar sus operaciones en la región, particularmente en la Franja de Gaza, donde Borrell destaca que la situación alimentaria es crítica, mencionando a la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) que proyecta un aumento significativo en el nivel de inanición en las próximas semanas.
Las críticas de Borrell subrayan que esta nueva legislación contradice las normas del Derecho Internacional y los principios humanitarios básicos. Desde la perspectiva de la Unión Europea, esta medida significará un deterioro grave de las condiciones de vida para millones de personas en Gaza. La comunidad internacional, y especialmente los países europeos, enfrentan la pregunta incómoda de su respuesta a la crisis, con Borrell instando a acciones concretas para salvaguardar la UNRWA. El argumento de Israel, que ha calificado a la UNRWA de inoperante y cómplice de Hamás, ha sido cuestionado por Borrell quien acusa a Israel de intentar desacreditar a la agencia sin pruebas suficientes. Él reitera que la paz y la seguridad solo se alcanzarán a través de un acuerdo político que respalde la creación de un Estado palestino soberano, y enfatiza que el cierre de la UNRWA no contribuirá a un futuro más seguro para la región.
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