El presidente de Bolivia, Luis Arce, reafirmó su compromiso con un traspaso de poder democrático el próximo 8 de noviembre, de acuerdo con lo programado por el órgano electoral. En declaraciones a la prensa tras emitir su voto en La Paz, Arce destacó que su gestión ha logrado recuperar y preservar la democracia desde el mandato de 2020, prometiendo entregarla de manera pacífica y ordenada al ganador de los próximos comicios. Esta declaración llega en un contexto de expectativas sobre la transición política en el país.
A pesar de sus afirmaciones sobre el legado democrático de su gobierno, Arce enfrenta desafíos en el ámbito político, evidenciado por su baja popularidad. Una encuesta regional lo coloca como el mandatario con la segunda peor imagen en Sudamérica. En este marco, Arce decidió retirar su candidatura y apoyar la de su ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, cuya proyección de intención de voto apenas alcanza el 2%. Estos indicadores reflejan las dificultades que el oficialismo podría enfrentar en las próximas elecciones.
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