Los residentes de un edificio en Madrid insisten en que la solución a sus problemas recae en manos de los dos hermanos propietarios del inmueble. Denuncian que el deterioro de las instalaciones ha afectado significativamente su calidad de vida, generando situaciones de inseguridad e insalubridad. A pesar de sus repetidos intentos por establecer una comunicación efectiva con los dueños, aseguran que no han recibido respuesta ni se ha tomado ninguna acción tangible para mejorar las condiciones del lugar.
Mientras tanto, la comunidad sigue enfrentando problemas recurrentes, como filtraciones de agua y fallas en el suministro eléctrico. Estos desperfectos han sido reportados en varias ocasiones, pero la falta de mantenimiento por parte de los propietarios ha prolongado el malestar. Los residentes esperan que los hermanos intervengan y asuman la responsabilidad de rehabilitar el edificio, buscando una solución que garantice un entorno seguro y habitable para todos.
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