Reyes Rigo Cervilla, una activista mallorquina, permanece encarcelada en Israel tras un incidente en la prisión de Ketziot, donde supuestamente mordió a una funcionaria. La policía israelí sostiene que el mordisco fue leve, pero otros participantes de la Flotilla Global Sumud contradicen esta versión, denunciando maltratos y abusos. El resto de los 49 españoles detenidos ya ha sido deportado a España, mientras la ONG Adalah, que defiende a Rigo, asegura que no se han presentado cargos oficiales en su contra. En este contexto, un tribunal en Beersheba ha extendido su detención mientras continúa la investigación.
La Flotilla Sumud intenta desafiar el bloqueo israelí a Gaza ofreciendo ayuda humanitaria. Rigo, que viajaba en el barco Adara, expresó en un video antes de su detención que la misión no solo buscaba entregar ayuda, sino actuar como un símbolo de resistencia en solidaridad con el pueblo palestino. Los activistas han denunciado abusos durante su reclusión, incluyendo golpizas y humillaciones. Mientras tanto, el Gobierno español asegura su protección diplomática hasta que Rigo sea liberada, en medio de tensiones diplomáticas y acusaciones de violaciones de derechos humanos.
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