El alto representante para la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha manifestado su preocupación por la falta de unidad dentro del bloque comunitario en la defensa del derecho internacional ante las acciones de Israel. Durante un discurso en Nicosia, Borrell destacó las divisiones existentes entre los estados miembros de la UE respecto a la orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant. Borrell subrayó que esta decisión es de índole jurídica y no política, al tiempo que cuestionó el silencio de aquellos que previamente aplaudieron las órdenes contra líderes como el presidente ruso, Vladímir Putin. En su intervención, destacó la importancia de proteger el derecho internacional de quienes buscan socavarlo, e instó a la UE a ser coherente y evitar la doble moral en sus políticas.
Borrell también llamó la atención sobre la aplicación desigual de sanciones, recordando que la UE ha actuado firmemente contra grupos como Hamás, pero solo recientemente ha comenzado a sancionar a colonos extremistas israelíes que cometen actos violentos contra palestinos. Del mismo modo, cuestionó por qué no se han adoptado medidas similares a las de Crimea con los productos de los asentamientos en Cisjordania. Denunció la larga restricción impuesta por Israel a periodistas en Gaza, lo que ha dificultado la cobertura fiable de la situación. Borrell concluyó que para que la UE recupere relevancia internacional, debe estar dispuesta a usar medidas coercitivas en defensa del derecho internacional, insistiendo en que criticar al gobierno de Netanyahu no debe confundirse con antisemitismo, un término que calificó como uno de los peores inventos de la humanidad.
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