Telegram, la popular plataforma de mensajería, ha dado a conocer su informe de transparencia para el año 2024, revelando que ha proporcionado datos de 518 usuarios a las autoridades españolas tras recibir 213 solicitudes oficiales. Este movimiento marca un cambio significativo en la política de cooperación de la empresa con los gobiernos, impulsado por la creciente presión regulatoria en Europa y sus recientes desafíos legales.
Hasta hace muy poco, Telegram se encontraba en el ojo del huracán en España. Todo comenzó cuando el juez Santiago Pedraz ordenó el bloqueo de la plataforma al negarse a entregar información sobre canales que compartían contenido con derechos de autor. La polémica no tardó en escalar, y Pavel Durov, el fundador de Telegram, fue detenido en Francia por no cooperar con las autoridades en situaciones similares.
Este tumultuoso panorama obligó a Telegram a redefinir sus líneas de acción. En respuesta, ajustó sus términos de servicio para alinear sus operaciones con la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea. Ahora, la empresa ha establecido mecanismos más eficientes de comunicación con las autoridades y se ha comprometido a divulgar informes de transparencia con regularidad.
El informe reciente revela una evolución notable en la cooperación de Telegram con la justicia española. Durante los primeros nueve meses de 2024, la plataforma atendió 22 solicitudes, afectando a 85 usuarios. Sin embargo, en el último trimestre del año, las solicitudes enviadas se dispararon a 191, impactando a 433 usuarios. Este aumento apunta a un cambio de estrategia de Telegram, más alineado ahora con la normativa europea y en colaboración con las fuerzas del orden.
En un intento por reforzar su transparencia, Telegram ha lanzado un innovador bot de transparencia (@transparency) que permite a los usuarios consultar en tiempo real las solicitudes gubernamentales recibidas en diferentes países. Además, su portal oficial ofrece detalles sobre la gestión de estos requerimientos en el marco legislativo de la UE.
Este giro en la política ha generado cierta preocupación entre los defensores de la privacidad, quienes históricamente consideraban a Telegram como una alternativa más segura a otras aplicaciones de mensajería. «El equilibrio entre la privacidad y el cumplimiento normativo se está volviendo cada vez más complejo», señala un experto en ciberseguridad. «Telegram debe sopesar sus decisiones para cumplir con las leyes sin comprometer la confianza de sus usuarios».
Mientras la regulación en Europa evoluciona y las exigencias de transparencia aumentan, podrían sentar un precedente para otros servicios de mensajería como Signal y WhatsApp, que quizás enfrenten desafíos similares en el futuro. Telegram, por su parte, ha asegurado que continuará ajustando sus políticas de cooperación y continuará publicando informes de transparencia de manera regular, buscando mantener informados a sus usuarios sobre el manejo de datos en la plataforma.