La operadora Telefónica ha tomado un paso significativo en la protección de los consumidores frente a los fraudes telefónicos al comenzar a bloquear llamadas y mensajes SMS internacionales que simulan ser originarios de numeración española. Esta táctica, una de las más comunes en los intentos de suplantación de identidad y estafas telefónicas, está en la mira de la compañía que, de este modo, se adelanta a la directriz del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, que entrará en vigor en junio de 2025.
Esta medida, ya en funcionamiento a través de la red Movistar, pretende limitar las comunicaciones externas maliciosas que aparentan ser de números nacionales, en un esfuerzo por ganar la confianza de las víctimas. El uso fraudulento de numeración española se ha convertido en uno de los principales vehículos de engaño en prácticas de vishing y smishing.
Por otro lado, el Gobierno, consciente de la creciente problemática, ha lanzado un ambicioso plan que refuerza la seguridad de los ciudadanos frente a estos delitos. Según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad, uno de cada tres avisos recibidos está relacionado con fraudes telefónicos o por SMS.
En el marco de este plan del Gobierno liderado por el ministro Óscar López y presentado ante el Congreso de los Diputados, se han destacado iniciativas claves como el bloqueo de llamadas y mensajes de números no asignados, con las operadoras obligadas a cortar comunicaciones de números no vinculados a servicios o clientes. Además, se restringirá el uso de móviles en llamadas comerciales, que deberán realizarse desde números 800 o 900, facilitando así al ciudadano identificar las llamadas legítimas. También se implementará un registro de alias para servicios de mensajería gestionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, bloqueando mensajes de alias no registrados. Se limitará el uso de numeración española en el extranjero, permitiéndolo solo en condiciones de roaming autorizado.
Telefónica, en su papel de pionero, refuerza su colaboración con las autoridades y, aparte de bloquear las llamadas, está aplicando mejoras en la seguridad como la implementación de cambios de contraseña mediante códigos de un solo uso y ejecutando campañas informativas para la prevención de estafas.
Esta serie de acciones no solo refuerza la seguridad del usuario, sino que también forman parte de un estrategia gubernamental más amplia para modernizar la infraestructura digital del país, asegurando una transformación digital ética y una ciberseguridad más sólida. Entre las iniciativas destacan, además, la creación de Cátedras de Ciberseguridad, apoyo a pymes tecnológicas y el desarrollo de una Estrategia de Centros de Datos Sostenibles.
El objetivo es claro: erradicar un problema persistente y potencialmente peligroso del entorno digital, las llamadas comerciales no deseadas y las estafas telefónicas. Aun cuando los ciberdelincuentes no dejarán de buscar alternativas, la implementación de este plan y la proactividad de empresas como Telefónica representan un avance considerable hacia una comunicación más segura, fiable y transparente.
El éxito de esta estrategia está en manos de la colaboración entre todos los actores del ecosistema digital, desde operadores hasta proveedores de mensajería, y todo sugiere que España está avanzando firmemente hacia un nuevo paradigma de protección del usuario en la era digital.