Telefónica, Masorange y Vodafone han decidido unir fuerzas para maximizar la rentabilidad de sus inversiones en fibra óptica y frenar la expansión de Digi, un nuevo competidor que está revolucionando el mercado con ofertas imbatibles. Esta alianza se basa en acuerdos bilaterales entre las tres grandes operadoras, que permiten compartir redes y recursos para ofrecer mejores servicios a sus clientes.
El anuncio de la adquisición de Vodafone España por parte del fondo británico Zegona en octubre del año pasado encendió las alarmas en las otras dos grandes operadoras: Telefónica y Masorange. Ambas vieron una oportunidad en la red híbrida de fibra y cable coaxial (HFC) de Vodafone, que abarca más de 6 millones de hogares. La colaboración entre estas empresas busca optimizar sus redes, reducir costes y frenar la creciente cuota de mercado de Digi.
Los acuerdos bilaterales entre estas tres operadoras no solo les permitirán repartir el coste de la infraestructura, sino también solucionar la deuda que todas arrastran. Además, compartir redes que se solapan reducirá la saturación de cables en las fachadas urbanas y mejorará la eficiencia operativa. Esta estrategia conjunta se materializará a principios del próximo año y se espera que supere la supervisión de las autoridades regulatorias, ya que la estructura básica del cableado no cambiará significativamente.
Los analistas del sector de telecomunicaciones ven esta alianza como una jugada maestra para consolidar el mercado. «Este plan llevaba muchos meses fraguándose», indica Joaquín Guerrero, analista de la consultora Nae. La colaboración no solo permitirá a Vodafone liberarse de su obsoleta red HFC, sino que también facilitará la entrada de nuevos inversores y capital externo, lo que fortalecerá aún más su posición en el mercado.
La creación de estas «fiberco» (compañías de fibra óptica) es vista como una tendencia a la consolidación del mercado, que podría enfrentarse a trabas regulatorias. No obstante, los expertos creen que la aprobación de estas empresas por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y del regulador de la UE será favorable. La decisión final recaerá en el Ministerio de Economía, que deberá considerar el consejo del Ministerio de Transformación Digital.
Las «fiberco» que formarán estas operadoras buscan atraer inversiones de grandes fondos especializados en telecomunicaciones, como KKR o DigitalBridge. Además, se espera que otros fondos institucionales, como Crédit Agricole Assurances y Vauban Infrastructure Partners, también muestren interés en estas nuevas empresas. En el caso de la colaboración entre Masorange y Telefónica, se fortalecerán los acuerdos de uso de infraestructuras a largo plazo, sin necesidad de un tercer socio.
La alianza entre Telefónica, Masorange y Vodafone representa una estrategia sólida para frenar la expansión de Digi y consolidar su posición en el mercado de fibra óptica en España. Estos acuerdos no solo optimizan la infraestructura existente, sino que también aseguran una mejor oferta de servicios para los consumidores. Con la entrada de capital externo y la cooperación entre las grandes operadoras, el futuro del mercado de fibra óptica en España se presenta prometedor y competitivo.
