Telefónica continúa su estrategia de reducir su presencia en América Latina con una nueva operación de venta. La compañía ha anunciado la venta de una de sus filiales en la región, siguiendo las desinversiones previamente realizadas en Argentina y Colombia. Esta decisión se enmarca en un plan más amplio de la corporación para enfocar sus recursos y esfuerzos en mercados considerados más estratégicos, buscando optimizar su estructura de negocio a largo plazo. Esta serie de desinversiones responde a un contexto desafiante en la región, impulsado por factores económicos inestables y la necesidad de concentrar inversiones en territorios donde la rentabilidad sea más prometedora.
El movimiento también refleja un ajuste en la estrategia global de Telefónica, que pretende reorganizar sus operaciones para incrementar su competitividad y asegurar un crecimiento sostenido en el tiempo. La compañía ha estado evaluando su portafolio de activos y tomando decisiones que le permitan maximizar el valor para sus accionistas. La salida gradual de ciertas áreas geográficas como América Latina es un paso calculado en ese proceso. Aunque el mercado latinoamericano ha sido históricamente significativo para la multinacional, las condiciones actuales han motivado a Telefónica a priorizar mercados que ofrezcan mejores garantías de desarrollo y estabilidad.
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