Durante el azote de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a la provincia de Valencia desde el 29 de octubre hasta el 1 de diciembre, el servicio de teleasistencia se erigió como un salvavidas para miles de personas. Atenzia, responsable del Servicio de Teleasistencia Avanzada, fue un actor esencial en la provisión de apoyo a las comunidades más afectadas por las inundaciones, logrando gestionar un impresionante volumen de 372.405 comunicaciones.
El enfoque principal de estas gestiones fue brindar asistencia a las personas mayores y aquellas en situación de dependencia, quienes se encontraban entre los grupos más vulnerables durante la emergencia. En una muestra de organización y compromiso, las llamadas salientes se concentraron en los municipios más perjudicados, trabajando en armonía con los Servicios Sociales locales para monitorear el estado de los afectados.
La activación del Protocolo de Contingencia por parte de Atenzia permitió no solo aumentar el personal de atención, sino también garantizar que cada llamada fuera tratada con la urgencia que merecía. Este refuerzo en recursos humanos posibilitó un seguimiento más detallado de los usuarios, asegurando también la localización de aquellos con teleasistencia móvil.
El esfuerzo no se detuvo ahí. El equipo de atención enfocó sus esfuerzos en identificar a individuos en situaciones de extrema vulnerabilidad. Se priorizó la asistencia a quienes requerían atención en áreas críticas como la alimentación, higiene y cuidado personal. En circunstancias donde los usuarios carecían de una red de apoyo familiar, Atenzia asumió la responsabilidad de entregar medicamentos esenciales directamente a los necesitados.
En una destacada colaboración con la Cámara Solidaria de Alicante, se organizó la distribución de alimentos a los afectados, garantizando la cobertura de las necesidades básicas de nutrición para los residentes de las áreas más devastadas. Este esfuerzo coordinado subraya una vez más la trascendencia del Servicio de Teleasistencia en momentos de crisis, reforzando su reputación como un recurso público crucial para la protección y el bienestar de las personas en situaciones de emergencia.
La experiencia acumulada durante esta crisis reafirma la importancia de la teleasistencia como un componente vital para el sistema de apoyo en emergencias, similar a su papel durante la pandemia de COVID-19. La capacidad de reacción y asistencia en tiempo real ha demostrado ser invaluable para sostener la seguridad y dignidad de las personas más vulnerables en tiempos de adversidad.