La preparación para la Copa América de Vela en Barcelona evoca una atmósfera de espionaje industrial y maquinaciones tecnológicas. Equipos rivales como Team New Zealand y Luna Rossa vigilan al Alinghi Red Bull Racing, buscando detalles de diseño y rendimiento que podrían ofrecerles una ventaja. Con más de tres años de secretismo, cada equipo emplea supercomputadoras para desarrollar los barcos más rápidos y maniobrables. La competición, aclamada como la «Fórmula 1 del mar», revela que el ingenio en ingeniería supera la destreza de la tripulación. La edición de 2024 espera deslumbrar con avances tecnológicos y un millón de horas de simulaciones, mientras los equipos mantienen celosamente sus innovaciones en telemetría, diseño de cascos y sistemas de alto rendimiento.
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