La escena futbolística española se ha visto sacudida por un enfrentamiento abierto entre Javier Tebas, presidente de la Liga, y José Manuel Rodríguez Uribes, secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). El conflicto se desató después de que el CSD concediera una medida cautelar para la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor por el Barcelona, desafiando las normativas establecidas por la Liga. Javier Tebas criticó duramente la decisión, acusando al CSD de actuar de manera precipitada y sin consultar adecuadamente a los organismos futbolísticos competentes, lo que, a su juicio, podría comprometer la integridad de la competición. En respuesta, Rodríguez Uribes defendió la medida como un intento de evitar daños mayores, sugiriendo que cuando existen indicios de nulidad, es primordial intervenir con urgencia.
Por su parte, la Liga, respaldada por Tebas, ha anunciado que recurrirá esta medida ante la justicia ordinaria, argumentando que la acción del CSD carece de transparencia y del proceso riguroso necesario para este tipo de decisiones. Este enfrentamiento no solo evidencia las tensiones latentes entre el organismo futbolístico y el gobierno español, sino que también subraya las complicaciones inherentes a la gestión deportiva en contextos de alta presión y escrutinio político. La Liga ha expresado su disconformidad con lo que consideran una intervención gubernamental puramente política que busca salvar al Barcelona de sus dificultades financieras y deportivas, lo que ha intensificado aún más la controversia en torno a la participación del jugador Dani Olmo en el equipo catalán durante la presente temporada.
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