La aparición de Taylor Swift en Nueva Orleans generó gran expectación al tratarse de su presencia en apoyo a su pareja, Travis Kelce, y los Kansas City Chiefs, con quienes ha establecido una tradición de asistencia. Su estilismo, compuesto por una americana blanca de doble botonadura, shorts tipo Daisy Dukes, una camiseta blanca de tirantes y botas blancas de tacón hasta el muslo, desató rumores en Internet sobre un posible compromiso matrimonial. Sin embargo, es más probable que se tratara de una simple coordinación con las camisetas blancas del equipo. Completaban su atuendo un bolso rojo cereza y un llamativo collar rojo rubí de Lorraine Schwartz con la letra «T» en el muslo, posiblemente en referencia a Travis o a la propia Taylor.
A pesar de ser una figura habitual en los eventos del Super Bowl, Swift aún no ha tenido la oportunidad de encabezar el espectáculo de medio tiempo. Durante el partido, al ser enfocada en la pantalla gigante, recibió algunos abucheos por parte de aficionados de los Philadelphia Eagles. No obstante, Swift respondió al incidente con una sonrisa, minimizando la situación y dejando claro que su presencia sigue atrayendo la atención tanto de seguidores como de detractores.
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