El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado un ambicioso plan para transformar las áreas verdes de la ciudad, con el objetivo de adaptarlas al cambio climático y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. El proyecto, denominado «Madrid Verde 2030», pretende aumentar en un 20% la superficie de parques y jardines urbanos en la próxima década. Con una inversión de más de 500 millones de euros, esta iniciativa busca no solo añadir nuevos espacios verdes, sino también renovar y modernizar los existentes, integrando tecnologías sostenibles y diseñando zonas que demanden menos agua y recursos energéticos. La alcaldesa de Madrid destacó la necesidad de preparar la ciudad ante los efectos del calentamiento global, asegurando que este proyecto no solo beneficiará al medio ambiente, sino que también fomentará la cohesión social y potenciará el atractivo turístico de la capital.
Además del crecimiento de parques y jardines, el programa incluye la plantación de aproximadamente un millón de árboles nuevos, priorizando especies autóctonas que requieran menos agua. Se espera que esta reforestación contribuya a reducir la temperatura urbana y a mejorar la calidad del aire. Por otra parte, se ha previsto la creación de varios «corredores verdes» que conecten las grandes áreas naturales dentro de Madrid, facilitando así el acceso a estos espacios por parte de los ciudadanos y promoviendo opciones de movilidad sostenible como el ciclismo y las caminatas. El proyecto ya ha iniciado sus primeras fases de implementación en distritos como Retiro y Arganzuela, y se prevé que avance hacia el resto de la ciudad en los próximos meses. Este plan, aplaudido por diversas organizaciones medioambientales, representa un paso significativo hacia una Madrid más verde y resistente frente al futuro climático.
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