Tadej Pogacar, considerado el mejor ciclista del mundo, demostró una vez más su supremacía en el Giro dell’Emilia, una carrera clásica de 215 kilómetros celebrada en Bolonia. El esloveno, que recientemente estrenó su maillot arcoíris tras conquistar el Mundial de Ciclismo de Zúrich, venció en solitario bajo condiciones climáticas adversas. Con un ataque decisivo en la colina de San Luca, Pogacar dejó atrás a competidores de alto nivel como Remco Evenepoel y dejó su inconfundible huella en la competencia, culminando con una cómoda ventaja. Esta victoria, la 87ª en su carrera y la 24ª del 2024, refuerza su reputación por ganar carreras de un día de manera inimitable, con ataques agresivos que desorientan a sus rivales.
Con un estilo caracterizado por ataques de largo alcance y una destreza física formidable, Pogacar continúa redefiniendo el ciclismo competitivo. A pesar de sentirse presionado por vestir el maillot de campeón del mundo, logró imponerse con facilidad, ejemplificando lo que ya es conocido como «el efecto Pogacar». En una entrevista reciente, compartió sus secretos para mantener su rendimiento, enfatizando un balance en su nutrición y un enfoque renovado en el entrenamiento de fuerza. Sus logros han llevado a científicos del deporte a estudiar su habilidad única. Sin embargo, Pogacar atribuye su éxito a una preparación cuidadosa sin sacrificar el placer de disfrutar de alimentos ocasionales. Su triunfo en Bolonia marca solo el comienzo de lo que promete ser un final de temporada lleno de ambiciones, incluyendo las próximas carreras en Italia.
Leer noticia completa en El Pais.