Un revuelo inesperado se ha desatado en la comunidad de usuarios de Synology tras la última actualización de su sistema operativo DSM. El motivo: la necesidad de aceptar un Acuerdo de Licencia que ha generado polémica debido a sus cláusulas de arbitraje obligatorio, renuncia a demandas colectivas y sede en Taipéi para los litigios. Este requisito, aunque vigente desde el 2023, ha tomado por sorpresa a muchos usuarios que ahora no pueden actualizar sin dar su consentimiento.
Las polémicas cláusulas que los usuarios critican incluyen, en primer lugar, un arbitraje forzoso exclusivo en Taipéi, donde se puede operar en inglés o mandarín si ambas partes lo acuerdan. A esto se une una renuncia explícita a la posibilidad de unirse a demandas colectivas, algo que ha generado malestar entre los usuarios que ven estas condiciones como restrictivas.
La situación ha despertado una discusión sobre la validez de estas cláusulas. Mientras que en Estados Unidos este tipo de acuerdos son generalmente admitidos, en la Unión Europea la situación puede diferir dependiendo de las normativas locales sobre derechos de los consumidores y cláusulas abusivas.
Paralelamente, se ha reportado que el popular paquete Active Backup ha desaparecido del Package Center en la versión DSM 7.3, lo que añade una capa de frustración entre los usuarios. No obstante, algunos han encontrado una solución mediante una instalación manual desde el archivo oficial, lo que ha calmado parcialmente a la comunidad.
Frente a este escenario, se presentan varias opciones para los usuarios. Estos pueden decidir aceptar las condiciones para continuar recibiendo actualizaciones importantes, mantenerse en versiones anteriores y asumir los riesgos de seguridad, o considerar la migración a otras plataformas como TrueNAS o Unraid. Sin embargo, este último camino implica una serie de desafíos como la curva de aprendizaje y la pérdida de ciertas funcionalidades propias de Synology.
La comunidad ha expresado su molestia, no solo por el texto legal, sino también por el cambio de tono de Synology, que solía destacarse por un equilibrio entre facilidad de uso y libertad para el usuario. Además, la imposición de restricciones de hardware y las nuevas condiciones legales refuerzan la percepción de un ecosistema cada vez más cerrado.
Ante este panorama, se recomienda a los usuarios documentar el EULA aceptado, implementar medidas de seguridad adicionales para sus NAS y evaluar la posibilidad de implementar un plan de migración a medio plazo. Para aquellos que prefieren no aceptar el EULA, explorar alternativas como TrueNAS o configurar un sistema Linux DIY podrían ser opciones viables, aunque conllevan un esfuerzo considerable.
En definitiva, mientras Synology no desaparece por este cambio en sus políticas, sí que ha cruzado una línea simbólica al exigir la aceptación de condiciones más estrictas para seguir ofreciendo actualizaciones críticas. La controversia subraya la necesidad de que los usuarios tomen decisiones informadas sobre la seguridad y la operatividad de sus sistemas.
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