La Junta de Andalucía ha prohibido la captura y comercialización de ciertos moluscos debido a la presencia de toxinas que superan los límites legales establecidos. Esta medida busca proteger la salud pública ante los riesgos asociados con el consumo de estos productos contaminados. Las autoridades han instado a los pescadores y comerciantes a cumplir con la normativa y evitar la recolección de estos moluscos hasta nuevo aviso.
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