En el panorama gastronómico español, destaca la figura de una cocinera alicantina que ha roto barreras desde sus inicios al ponerse al frente de una cocina, algo poco común para una mujer en su época. Hace diecinueve años, su restaurante, La Finca, situado en Elche, consiguió hacerse con una prestigiosa estrella Michelin, una distinción que consolidó su posición en el competitivo mundo culinario. Recientemente, su trayectoria de innovación y dedicación ha sido nuevamente reconocida al obtener su tercer sol Repsol, un logro que refleja su constante evolución y excelencia en la cocina.
A sus 58 años, esta chef mantiene un entusiasmo y energía inquebrantables, prometiendo seguir sorprendiendo a comensales y críticos por igual. Su éxito no solo radica en sus habilidades culinarias, sino también en su capacidad para liderar y reimaginar la experiencia gastronómica con un enfoque que respeta la tradición mientras abraza la modernidad. Con una carrera que parece estar lejos de su culminación, sigue siendo una inspiración para las nuevas generaciones de mujeres cocineras que aspiran a dejar su propia huella en el arte de la gastronomía.
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