El consumo de suplementos nutricionales en España está en alza, con tres de cada diez ciudadanos integrándolos en su rutina diaria, según un estudio reciente realizado por IO Sondea para Herbalife. Este nuevo hábito, predominante entre los jóvenes de 16 a 34 años y en residentes de grandes ciudades, se ha convertido en una solución frente al desafío de mantener una dieta equilibrada en un contexto urbano.
Los suplementos se toman mayormente durante la mañana: un 33,89% de los usuarios los consume al levantarse y un 39,9% los ingiere durante el desayuno. Este patrón matutino responde a la necesidad de mejorar energía y concentración desde las primeras horas del día. En contraste, solo un 7,8% opta por consumirlos antes de dormir.
Florencia Braga, Dietista-Nutricionista y gerente sénior de Asuntos Científicos para la región EMEA en Herbalife, destaca el impacto positivo en el bienestar que supone el uso de suplementos. No obstante, aconseja que cada persona evalúe sus necesidades específicas antes de incorporarlos a su dieta, considerando factores como edad y estado de salud.
El estudio también revela diferencias notables en el consumo de suplementos según género y ubicación. Mientras que las mujeres tienden a ingerirlos al inicio del día, los hombres prefieren hacerlo tras el ejercicio físico. En áreas rurales, es más común su consumo durante la noche, predominando entre personas de clase social baja y con estudios básicos.
El segmento joven, compuesto por millennials y miembros de la generación Z, lidera esta tendencia impulsada por un creciente interés en el autocuidado y el bienestar preventivo. Además, el auge de dietas vegetarianas, veganas y flexitarianas ha incrementado la demanda de estos productos para garantizar un aporte nutricional adecuado.
Este incremento en el uso de suplementos también refleja un cambio en los hábitos alimenticios de los españoles, quienes buscan integrarlos en una dieta balanceada. Sin embargo, los expertos insisten en que estos productos deben ser un complemento y no un sustituto de una alimentación rica en proteínas, frutas y verduras naturales. Este enfoque preserva el objetivo de mantener una ingesta nutritiva y saludable en la vida diaria.