El 6 de febrero de 2014, un trágico episodio migratorio sacudió las costas de Ceuta en la playa de El Tarajal, cuando al menos 15 migrantes murieron ahogados al intentar llegar a la ciudad española. Entre los aspirantes a cruzar el mar se encontraba Brice O., un joven camerunés que perdió parcial visión en un ojo debido al impacto de una pelota de goma lanzada por la Guardia Civil. Enfrentando gases lacrimógenos y pelotas de goma, el grupo intentaba a toda costa alcanzar Europa, en medio de una travesía desesperada motivada por las precarias condiciones en que vivían. A pesar de la gravedad de los hechos, ningún agente ha sido condenado, aunque el caso ha pasado por varias fases judiciales que concluyeron con su archivo en 2022 por parte del Tribunal Supremo. Ahora, Brice O. ha decidido llevar su caso al Comité contra la Tortura de la ONU, denunciando una falta de investigación por parte del Estado español.
Brice, con el apoyo del Centro Europeo para los Derechos Constitucionales y Humanos y de Irídia, reclama que las acciones policiales de aquel día violaron varios artículos de la Convención contra la Tortura. Las denuncias se fundamentan en el uso excesivo de la fuerza por parte de la Guardia Civil y la falta de evaluación de un episodio que dejó daños irreparables en las víctimas. Tras años de vivir en Marruecos en condiciones de vulnerabilidad, Brice fue finalmente reasentado en Canadá, donde ahora estudia cinematografía. Su caso resalta la impunidad en las fronteras y la necesidad de una regulación de los métodos disuasorios ante la migración, reivindicando justicia para quienes perdieron la vida en El Tarajal y recordando que la violencia vivida no solo deja cicatrices físicas, sino traumas duraderos en los afectados.
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