El supertifón Ragasa, conocido en China como «el rey de las tormentas», ha impactado con gran fuerza en Hong Kong y la costa sur de China, tras causar al menos 14 muertes en Taiwán y tres en Filipinas. Las autoridades hongkonesas han emitido una alerta máxima, provocando la paralización de la ciudad en respuesta al ciclón más potente de 2025. Las lluvias torrenciales y vientos de hasta 260 kilómetros por hora han obligado a la suspensión de clases y la cancelación de 600 vuelos, mientras el mar golpea las costas con olas gigantes.
Las provincias chinas de Guangzhou y Shenzhen se han preparado para el embate del tifón, que ha llevado a la evacuación preventiva de 400,000 personas y la interrupción del transporte. En Guangzhou, se han decretado las «cinco suspensiones», afectando el funcionamiento de esta región manufacturera clave. La respuesta de emergencia se ha elevado al máximo nivel, anticipando lluvias superiores a 300 litros por metro cuadrado. Este tipo de fenómenos son comunes en la región durante el verano y otoño, causados por las aguas cálidas del océano Pacífico.
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