La reciente tragedia provocada por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que azotó la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre provocando la muerte de 223 personas y dejando a miles de ciudadanos damnificados, ha sido el tema central del mensaje navideño del Rey Felipe VI. En su discurso, el monarca hizo un llamado contundente a los dirigentes para asumir un mayor compromiso, destacando la necesidad de una mejor coordinación y eficacia de las administraciones en situaciones de emergencia. Felipe VI reconoció la labor de los equipos de emergencia y los voluntarios, subrayando la frustración y el dolor sentidos por los afectados durante las inundaciones, y enfatizó su reunión con ciudadanos impactados, recorriendo áreas devastadas y mostrando empatía, mientras alentaba a las autoridades a actuar con responsabilidad y unirse en beneficio del bien común.
En un despliegue de apoyo visible, los Reyes, junto a sus hijas, realizaron varias visitas a las zonas más afectadas, como Catarroja y Paiporta, donde recibieron el reconocimiento y cariño de los afectados pero también vivieron escenas de tensión por la gestión de la crisis. Frente a los desafíos planteados por esta catástrofe, Felipe VI insistió en su mensaje en la importancia del consenso entre las instituciones, apuntando a que el bienestar común debe guiar constantemente la esfera pública sin obstruir la diversidad de opiniones. El llamamiento del Rey cobra relevancia en un contexto de crecientes tensiones políticas y desacuerdos palpables entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la oposición, reflejando la urgencia de priorizar el bienestar ciudadano por encima de intereses partidistas.
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