La región central enfrentó ayer una severa tormenta que dejó a miles de residentes sin electricidad y causó importantes daños a la infraestructura. Según informaron las autoridades locales, los fuertes vientos y las intensas lluvias comenzaron en horas de la madrugada, afectando a varias comunidades y provocando inundaciones en áreas residenciales y comerciales. Las cuadrillas de emergencia trabajaron durante todo el día para restablecer el suministro eléctrico y retirar árboles caídos. No se han reportado víctimas mortales, pero varias personas fueron trasladadas a hospitales con heridas leves.
Los servicios meteorológicos habían emitido alertas de tormenta días antes, lo que permitió a muchas personas prepararse adecuadamente. Sin embargo, el impacto de la tormenta superó las previsiones en algunas áreas, especialmente en distritos rurales donde el acceso es más complicado. Las autoridades han instado a la población a permanecer en sus hogares mientras se llevan a cabo las tareas de limpieza y reconstrucción. Se espera que el gobernador visite las zonas afectadas en los próximos días y anuncie un plan de ayuda para los damnificados.
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