El Gobierno se enfrenta a la tarea de presentar su proyecto de Presupuestos para 2025 en las próximas dos semanas, mientras Sumar presiona para que se incluya una serie de reformas tributarias ambiciosas. La formación minoritaria de la coalición ha argumentado la necesidad de avanzar en justicia fiscal, apuntando especialmente a los grandes patrimonios y rentas elevadas. Entre sus propuestas se encuentra un nuevo impuesto a las grandes herencias y donaciones que podría generar una recaudación adicional de 2.500 millones de euros anuales, similar a los ingresos obtenidos por los gravámenes temporales a energéticas y banca. También advierten sobre la eliminación de exenciones del IVA en educación y seguros sanitarios privados, además de un «gravamen de solidaridad ambiental» para bienes de lujo como aviones privados y yates, que en conjunto sumarían 26.803 millones de euros a las arcas públicas cada año.
Dentro de sus propuestas, Sumar busca modificar el impuesto de sucesiones y donaciones (ISD) para que las herencias superiores a un millón de euros se graven de manera uniforme en todo el territorio nacional, anulando las actuales rebajas autonómicas. Calculan que esta reestructuración podría incrementar la recaudación del ISD en 2.000 millones de euros adicionales, llevando el total de 3.000 a 5.000 millones anuales. Además, Sumar propone aumentar la presión fiscal sobre las rentas del capital y del ahorro, elevando el tipo máximo del 28% al 33% para ingresos superiores a 200.000 euros. Las grandes corporaciones también están en el punto de mira, con planes para revisar y reducir deducciones en el impuesto de sociedades, lo que podría aportar 13.000 millones más a Hacienda. Estas medidas subrayan la determinación de Sumar para redistribuir la carga fiscal y fortalecer las políticas públicas.
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