En el actual contexto político, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, enfrenta la presión de la situación migratoria y las demandas de Junts, y ha optado por revisar estrategias pasadas. Se evalúa la posibilidad de implementar un decreto similar al de 2005, que facilitó la regularización de inmigrantes. Este enfoque busca abordar la necesidad de gestionar de manera más eficaz la inmigración, otorgando papeles a aquellos que ya están integrados laboral y socialmente. La medida tendría como objetivo esquivar las presiones de Junts en las negociaciones políticas, ofreciendo una respuesta proactiva ante un desafío creciente.
Esta estrategia no solo tiene implicaciones migratorias, sino también políticas, ya que busca consolidar el apoyo dentro del Gobierno y evitar conflictos con aliados clave. La regularización masiva mediante un decreto se presenta como una herramienta para fortalecer la cohesión social y mejorar la situación de muchos inmigrantes que ya contribuyen al país. Al retomar esta medida, Sánchez intenta navegar hábilmente en un terreno político complejo, equilibrando el cumplimiento de promesas con la gestión de realidades tangibles que afectan tanto a la sociedad como a su propio gobierno.
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