Sudamérica se encuentra en un momento crucial de su historia en la lucha contra la fiebre aftosa, una enfermedad que durante años ha afectado no solo la salud del ganado, sino también la economía agrícola de muchos de sus países. Según un reciente informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la región está a punto de ser declarada completamente libre de la enfermedad, lo que permitiría a los países dejar de vacunar a su ganado.
Este avance significa que actualmente dos de cada tres bovinos viven en zonas libres de fiebre aftosa, y más del 80% del ganado total en la región está a salvo de la enfermedad. El éxito en este combate se atribuye a los esfuerzos conjuntos de los sectores público y privado, en el marco de la Comisión Sudamericana para el Control de la Fiebre Aftosa. Esta entidad opera bajo el liderazgo del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria de la OPS, y ha desempeñado un papel crucial en la implementación de medidas para erradicar el virus.
Durante una reciente reunión en Santa Cruz, Bolivia, se resaltaron los logros alcanzados con la actual estrategia de erradicación. Bolivia y Brasil están a punto de recibir un reconocimiento en mayo por haber logrado eliminar la fiebre aftosa sin vacunación, un hecho que representa un avance notable no solo para la sanidad animal, sino también para el mercado internacional, dado el impacto positivo en el comercio.
El director de la OPS, Jarbas Barbosa, enfatizó la importancia de la cooperación entre sectores y el compromiso con el desarrollo sostenible, subrayando el enfoque integral adoptado, que aborda de manera simultánea la salud humana, animal y medioambiental. Este enfoque ha sido decisivo en el notable progreso mostrado, donde el porcentaje de ganado en áreas no vacunadas ha pasado del 35% al 65%, gracias en gran parte a los avances en Brasil y Bolivia.
La fiebre aftosa ha representado históricamente una amenaza considerable para la seguridad alimentaria y la economía. Aunque la vacunación ha sido una herramienta fundamental para controlar la enfermedad, la nueva situación permite a los países reducir estos costos de mantenimiento, mejorando su competitividad internacional.
Por su parte, Bolivia, en su proceso hacia la certificación oficial de libre de fiebre aftosa, ha acordado un protocolo para asegurar la disponibilidad de vacunas en caso de un eventual brote. Esta iniciativa complementa las acciones ya emprendidas por países como Paraguay y Ecuador, subrayando el compromiso colectivo de la región para mantener eliminada la fiebre aftosa y proteger el futuro del sector ganadero.