La compañía privada aeroespacial SpaceX ha postergado hasta este sábado el lanzamiento de su imponente sistema de lanzamiento y nave Starship, el más grande del mundo. La decisión se tomó tras suspender el primer test de vuelo previsto para este viernes en Texas, EE.UU., debido a la necesidad de reemplazar un actuador de aleta de rejilla. SpaceX anunció la reprogramación a través de su red social X (anteriormente Twitter) y su página web, estableciendo que el nuevo intento de despegue se llevará a cabo a partir de las 7:00 a.m., hora local, con una ventana de dos horas de margen.
La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos otorgó esta semana el permiso para el lanzamiento del supercohete el viernes, después de determinar que SpaceX cumplía con todos los requisitos de seguridad, medioambientales, políticas y de responsabilidad financiera.
Este sábado, si no surge ningún otro contratiempo, el Starship despegará desde las instalaciones de SpaceX en Boca Chica, ubicadas en el extremo sur de Texas. La nave será propulsada por el lanzador Super Heavy de 33 motores Raptor, una estructura completamente integrada y considerada la más potente de la historia.
El Starship y su cohete propulsor Super Heavy, que en conjunto alcanzan una altura de 121 metros (equivalente a más de 35 pisos), tienen como objetivo lograr una órbita casi completa al planeta y concluir su trayecto en el Océano Pacífico, cerca de Hawái. La misión incorpora mejoras significativas, como la activación de los motores de la segunda etapa, la nave Starship, durante el proceso de separación para conseguir mayor potencia.
SpaceX también ha introducido modificaciones en la plataforma de lanzamiento de Starbase, en Texas, con el fin de mitigar los impactos de los motores de la primera etapa. Este aspecto fue uno de los enfocados por la FAA tras la prueba inicial realizada el 20 de abril, en la cual el sistema consiguió despegar pero estalló antes de completar el recorrido previsto.
La NASA, por su parte, observa con gran interés los resultados de esta nueva prueba. El sistema Starship será fundamental para transportar a los astronautas de la misión Artemis III a la superficie lunar, con un viaje planeado preliminarmente para el año 2025. El programa Artemis, que representa el retorno de la NASA a la Luna luego de más de medio siglo, ya ha utilizado con éxito el cohete lanzador Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y la cápsula Orión en la misión no tripulada Artemis I, que orbitó la Luna y regresó a la Tierra entre noviembre y diciembre de 2022.
Medios especializados reportan que la NASA ha invertido aproximadamente 4.000 millones de dólares en el desarrollo del Starship, una inversión significativa en la carrera espacial que compite con China por la exploración lunar.
Según declaraciones de SpaceX, su visión es construir un sistema de transporte completamente reutilizable, capaz de llevar tanto tripulación como carga a la órbita terrestre, contribuir al regreso humano a la Luna y, en última instancia, facilitar viajes a Marte y más allá.