El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se reunieron en Londres para mostrar unidad en el apoyo europeo a Ucrania, un día antes de la trascendental reunión entre Donald Trump y Vladímir Putin en Alaska. Aunque no hubo declaraciones conjuntas, el encuentro simbolizó el compromiso europeo con Ucrania, enviando un mensaje claro a Trump: el futuro de Ucrania no puede decidirse sin su participación. La visita de Zelenski a Downing Street estuvo marcada por gestos afectuosos, pero ambos líderes permanecieron en silencio ante las preguntas de los medios sobre sus expectativas de la reunión entre Trump y Putin.
El tono europeo es de cauto optimismo después de que Trump expresara el objetivo de lograr un alto el fuego y reconociera la necesidad de implicar a Ucrania en cualquier decisión territorial. Según Emmanuel Macron, Trump también aceptó la necesidad de garantías de seguridad, demandadas por Europa. Reino Unido ha liderado el apoyo a Ucrania desde el regreso de Trump al poder, impulsando la «coalición de voluntarios» para compensar la disminución del compromiso estadounidense. Sin embargo, persiste la preocupación por la imprevisibilidad de Trump y la posibilidad de que excluya a Europa en las negociaciones con Putin, dejando de lado la protección de la integridad territorial ucraniana. Starmer ha mantenido una intensa campaña diplomática insistiendo en la importancia de proteger las fronteras.
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