La asociación SOS Desaparecidos, que representa a 26 de los fallecidos en la riada del 29 de octubre, ha instado a la jueza Nuria Ruiz Tobarra a abrir diligencias para esclarecer la falta de previsión durante la emergencia. Según la acusación presentada por el abogado Juan Manuel Medina, el helicóptero de Salvamento Marítimo, Helimer 203, no pudo despegar hasta bien entrada la madrugada del 30 de octubre debido a que la tripulación del turno de noche no estaba prevenida. Incluso, uno de los pilotos se vio atrapado por la riada en el centro comercial Bonaire de Aldaia y tuvo que ser rescatado por sus compañeros para incorporarse al servicio. A pesar de estos contratiempos, el personal del helicóptero logró llevar a cabo más de una decena de operaciones de rescate esa noche.
Para avanzar en la investigación, SOS Desaparecidos solicita la comparecencia de las tripulaciones del helicóptero y del representante legal de la empresa que las contrata. Además, exige la declaración de José Luis García Lena, director de Salvamento Marítimo; Néstor Perales, jefe de medios aéreos; Antonio Padial, responsable del Centro de Coordinación de Salvamento, y del responsable de la torre de control del aeropuerto de Manises el 29 de octubre. En un giro de los acontecimientos, la asociación ha cesado su representación de las familias de 38 víctimas tras la controversia generada por una reunión del presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, con el president de la Generalitat, Carlos Mazón, sin informar a muchos de sus representados. La gestión de la riada, que causó 227 muertes y una desaparición, está siendo investigada desde diciembre por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Catarroja, en medio de uno de los mayores desastres naturales que recuerda la Comunidad Valenciana.
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