La sonda japonesa Resilience ha alcanzado la Luna, marcando el segundo intento de la compañía iSpace por lograr un aterrizaje exitoso. Sin embargo, tras el contacto inicial, la comunicación con la nave se perdió, y la compañía aún no ha confirmado si el descenso se realizó correctamente. Este suceso es significativo, ya que la nave transporta el primer vehículo de exploración europeo, Tenacious, un pequeño rover diseñado para recolectar regolito lunar. A pesar de las dificultades, iSpace persiste en su objetivo de liderar la explotación comercial lunar, pues la sonda está equipada con tecnologías críticas, como dispositivos para disociar el agua y generar oxígeno e hidrógeno, y un módulo para el cultivo de algas.
Este esfuerzo de iSpace se enmarca en una competencia global por la exploración lunar, donde solo cinco países han logrado desembarcar con éxito. Los desafíos en misiones anteriores, como la pérdida de la sonda Hakuto-R, resaltan la dificultad de dicho objetivo. Mientras tanto, una filial europea de iSpace ha sido establecida en Luxemburgo, donde el gobierno apoya activamente la explotación de recursos espaciales. A pesar de los recientes recortes en los programas espaciales estadounidenses, otras naciones como China continúan avanzando en sus proyectos lunares, con planes de enviar astronautas antes de 2030. Ante este panorama, la ESA mantiene sus lazos con NASA y sigue evaluando los impactos potenciales de los presupuestos alterados en la cooperación internacional.
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