El boicot ha tenido lugar entre los participantes de un evento en la Fira de Montjuïc y la Fira de Gran Vía, mientras que el público ha continuado asistiendo sin interrupción. Esta discordancia refleja una situación tensa entre los organizadores y los participantes, quienes, por razones que aún no se han esclarecido completamente, han optado por no involucrarse activamente en las actividades previstas. Sin embargo, esto no ha desalentado a los asistentes, quienes han mostrado su apoyo con una presencia constante en las instalaciones, manteniendo el flujo de visitantes esperado.
Pese a esta falta de participación por parte de algunos implicados en el evento, las instalaciones han permanecido operativas y han continuado atrayendo a multitudes. Este contraste entre el respaldo del público y el rechazo de algunos participantes sugiere posibles discrepancias internas que no han afectado la experiencia de los asistentes. Las autoridades locales y los organizadores se enfrentan al reto de resolver este conflicto interno mientras aseguran la continuidad y el éxito del evento en futuras ediciones.
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