El trágico accidente ocurrido en la mina de Zarréu ha sacudido profundamente las comunidades de Asturias y León, reviviendo el dolor en una región marcada históricamente por la minería. Cinco trabajadores perdieron la vida y cuatro más resultaron gravemente heridos tras lo que se presume, inició por una explosión de grisú. La tragedia tuvo lugar en un contexto donde la empresa Blue Solving había pasado recientemente una inspección sin detectar irregularidades. La explosión en el tercer piso de la mina, donde solo contaban con permiso para retirar material antiguo, ha dejado a Villablino, de donde procedían varias de las víctimas, sumido en el luto. La capilla ardiente se instaló en el polideportivo municipal, donde decenas de vecinos aguardaban por rendir homenaje a quienes fallecieron en la tragedia.
La conmoción generada por este accidente ha llevado a que se declare duelo en León y Asturias, con banderas a media asta y múltiples manifestaciones de solidaridad. En medio del dolor, los investigadores profundizan en las causas del accidente, reforzados por las palabras de las autoridades, que han subrayado la legalidad de las operaciones de la compañía en ciertos aspectos, aunque también recalcaron que no había permisos para la extracción de carbón. Además, se ha producido el cierre completo de la explotación hasta nuevo aviso. En cuanto a los heridos, cuatro permanecen hospitalizados y se ha informado que se encuentran en condición estable. Mientras tanto, los habitantes de la región se unen en muestras de apoyo a los familiares y esperan respuestas sobre uno de los incidentes mineros más severos de las últimas décadas.
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